Monociclo eléctrico. Cuenta con una sola rueda y colocamos los pies en dos soportes ubicados a cada lado. Mediante nuestro equilibrio los moveremos a derecha o izquierda, lo que requiere de una mayor capacidad que en los patinetes ordinarios para mantenerse estables. Su mayor ventaja es su tamaño pequeño y poderse guardar practicamente en cualquier lugar y su mayor estabilidad en el paso de baches, al tener la rueda más grande. Estos vehículos pueden transportar personas de hasta 120 kg, llegar a una velocidad de 15-25 km/h y cuentan con una autonomía de hasta 50 km o más.
Hoverboard. Pueden llegar a 20 km/h, pero al llegar a 15 km/h nos avisa, ya que cuando no hay un pavimento adecuado, es más difícil mantener la estabilidad con velocidades altas. Por eso estos vehículos están diseñados para desplazarse por lugares cerrados y controlados (centro comerciales, aeropuertos…) más que para circular por las calles.
Segway. Es similar al anterior pero tiene manillar y eso nos da una gran comodidad y estabilidad a la hora de movernos. Como los dos anteriores, el ordenador que tienen incorporado percibe el grado de inclinación de nuestro cuerpo y prevé hacia dónde queremos movernos. En la actualidad se utilizan especialmente en lugares turísticos. Es más caro que cualquier otro tipo de patinete.
Skate eléctrico. Su uso no está muy extendido. Cuenta como ventaja su capacidad de moverse por sí mismo, pero no se puede utilizar cuando llueve.