Aparcamientos. Las bicicletas deben dejarse en lugares especialmente habilitados para ellas.
Piensa en las demás personas.Si no hay lugares habilitados, las pondremos en un lugar que no suponga un obstáculo para peatones ni para el tráfico de vehículos. En algunas localidades está prohibido dejarlas atadas en elementos de la vía pública (farolas, barandillas …) o en los árboles. En otros se permite pero tomando en cuenta criterios lógicos como que sean aceras de al menos 3 metros de ancho, que no sean lugares peatonales, que se deje la bicicleta aparcada lo más cerca del bordillo y en paralelo a él y que no dificulte otros servicios públicos o privados.
Proteger. Aunque tengamos que parar por breve tiempo siempre le pondremos el candado, incluso cuando la dejemos dentro de un garaje. Elegiremos el candado adecuado en función de diferentes criterios: tiempo de permanencia de la bicicleta en la calle, su precio o calidad y las características del lugar donde la dejamos.
Tres tipos de candados. A-Cable trenzado (tiene menos peso pero es más fácil de cortar); B-Cadena de eslabones (tiene más peso pero es difícil de cortar) y C-“Tipo U” (es también muy duro pero a veces se queda corto a la hora de atar la bicicleta).
Si nos roban la bicicleta. Pondremos la correspondiente denuncia y para ello tenemos que guardar la factura de la compra de la bicicleta. Por otro lado, preguntaremos al seguro si nos cubre el robo. También conviene tener el número del bastidor.