Control. Debemos controlar la bicicleta a la perfección para poner toda la atención en el grupo y no en el manejo de la bicicleta.
Conocer el grupo.Es fundamental para saber quiénes necesitan más ayuda, a quién debemos tranquilizar, quién se distrae…
Ruta. Estudiaremos bien la ruta previamente y la haremos en bicicleta para comprobarlo todo: tiempos, cruces, señales, etc.
Policías locales. Antes de salir a la calle con el grupo, informaremos a los agentes de la Policía Local para que nos informen (posibles obras...) y quizás para que nos ayuden.
Diferenciarse. Las personas monitoras llevaremos un distintivo que sea fácilmente identificable tanto de cara a las personas participantes del grupo como para las personas conductoras, como, por ejemplo, chalecos naranjas (las personas participantes llevarían chaleco amarillo), o una pequeña bandera…
Actitud ejemplar. Debemos actual de forma modélica manteniendo una actitud cordial y adecuada, no sólo con las personas participantes sino también con conductoras-conductores, etc.
Con dificultad. Colocaremos a las personas del grupo que tengan mayor dificultad en la parte trasera, bajo la supervisión de la persona monitora de atrás. Por un lado, irán más tranquilas al no tener a la mayor parte del grupo detrás de ellos esperando y por otra parte es más fácil ayudar de atrás adelante que al revés (con la persona monitora de atrás).
Actitudes inadecuadas.Si algún miembro del grupo tiene una actitud inadecuada lo pondremos en el último lugar, bajo la supervisión de la persona monitora, para que no influya negativamente en el grupo. Y si continúa con dicha actitud quedaría fuera del curso para garantizar la seguridad des resto del grupo.
Paradas. Si todo el grupo debe parar se buscará un lugar adecuado donde poner estacionar. No se puede dejar a una parte del grupo parado entre el tráfico de la calle.