Para saber si tenemos que hinchar o no la rueda, debemos sentarnos en el asiento y mirar la llanta para ver si está demasiado cerca del suelo, o ver hasta dónde llegamos con el dedo grueso en la cubierta.
Para saber si los frenos están bien, hay que apretar las dos palancas a la vez, empujar la bicicleta hacia delante e intentar moverla hacia delante. Si no se mueve, es que están bien.
Utilizaremos el cambio de la siguiente forma: a mayor pendiente piñón más grande, en lugares más planos, piñón más pequeño.